Hay 2 aspectos muy importantes para el inicio y mantenimiento de un proceso activo de búsqueda de empleo, son la confianza y la motivación. Cuando ambas se dan en alto grado aumentan las probabilidades de incorporación al mundo laboral.
La confianza se refiere a la creencia en las propias capacidades de organizar y ejecutar los cursos de acción necesarios para alcanzar unos resultados determinados. En general, las personas que creen que los resultados están determinados por su comportamiento tienden a ser más activos que aquellos que piensan que dependen del azar, y en consecuenciae están más satisfechos consigo mismo.
La motivación es el conjunto de acciones que nos animan con interés y diligencia a desarrollar una acción. En la búsqueda de empleo nos motiva el salario, el horario, las condiones laborales, etc..
Poca confianza en uno mismo y sin motivación en la búsqueda de empleo lleva a estados de resignación, apatía e indiferencia.
En el otro extremo, un gran alto grado de confianza y alta motivación nos reporta satisfacción personal, grandes aspiraciones y aumento de la productividad.
En estados intermedios, poca confianza y mucha motivación puede producir depresión. El hecho de que, por ejemplo, nos ofrezcan mucho dinero por un trabajo pero pensemos que no vamos a ser capaz de realizarlo, y si encima nos lo ofrecen repetidas veces, hace que pasemos del ánimo a la depresión o desánimo. En otro estado, mucha confianza en nosotros mismos pero poca motivación nos genera enfado, queja o activismo social, esto es: Si tenemos mucha confianza en desarrollar determinado puesto de trabajo pero no nos motivan (nos ofrecen poco dinero o es en otra ciudad o país) nos enfadaremos por ello incluso a nivel social.
¿Cómo nos afecta la confianza?
Las personas con un débil sentimiento de confianza en sus capacidades en un determinado ámbito:
- Huyen de las tareas complicadas en esos dominios.
- Encuentran difícil motivarse y disminuyen sus esfuerzos o se rinden ante las dificultades.
- Tienen bajas aspiraciones y un compromiso débil con las metas que persiguen.
- Las situaciones abrumadoras las achacan a sus deficiencias personales, lo formidable de la tarea o las adversas consecuencias del fracaso.
Las personas con un fuerte sentimiento de confianza en sus capacidades:
- Se aproximan a las tareas difíciles como retos que superar más que como amenazas a evitar.
- Se fijan metas polivalentes y mantienen un fuerte compromiso hacia ellas.
- Invierten un alto nivel de esfuerzo en lo que hacen y mantienen su esfuerzo a pesar de fracasos y contratiempos.
- Siguen orientados hacia la tarea y piensan estratégicamente ante las dificultades.
- Atribuyen el fracaso a un esfuerzo insuficiente.
- Se recuperan rápidamente de los fracasos y contratiempos.
Algunas recomendaciones para aumentar la confianza pueden ser:
- Plantearse pequeños retos….. diarios, semanales, mensuales, etc.. El hecho de conseguirlos nos servirá en situaciones futuras para pensar que si ya lo hemos conseguido una vez lo podemos conseguir más veces.
- Usar modelos cercanos a nuestro entorno. «Si el vecino de arriba ha podido hacerlo, yo también puedo«.
- Dejarse asesorar por personas con más experiencia.
- Evaluación de las propias emociones y sensaciones. El hecho de sudar en una entrevista de trabajo por los nervios puede influirnos negativamente pero si llegamos sudados por haber corrido para llegar a tiempo, debemos evaluarlo en ese sentido para que no nos afecte.
Estos son apuntes sacados de la sesión formativa «Desarrollo de la confianza y la motivación para la búsqueda de empleo» a la que asistí el día 9 de enero de 2012 impartida en Zaragoza Activa, en el programa Actívate de la Zona Empleo.