60 segundos deben ser suficientes para convencer a un contratador o seleccionador que debe quedarse conmigo y no con ningún otro candidato, esto son las llamadas Elevator Pitch. Tenemos 60 segundos de oro en los que debemos transmitir que somos la persona adecuada para el puesto de trabajo que se desea cubrir.
Para que nuestra exposición sea correcta, previamente debemos hacer un Análisis Diferencial, es decir, saber valorar qué tengo diferente de los demás, tanto técnicamente (cursos específicos, especiales, etc..) como personalmente (habilidades, capacidades, etc..). Debemos exponer principalmente los beneficios que reportará al seleccionador y/o contratador elegirnos a nosotros, e intercalar nuestras características más relevantes. Un ejemplo:
Beneficios: Resolución de problemas, competencia profesional, motivación, flexibilidad horaria, disponibilidad a viajar, destreza, versatilidad, etc..
Características: Formación (reglada o no), Experiencia profesional, edad, carácter, estado civil, sexo, talla, coche, discapacidad, etc..
En los procesos de selección los motivos principales son los llamados SABONE:
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Seguridad: Titulaciones, diplomas, referencias de empresas, premios, colaboraciones, etc..
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Afecto : Beneficios a terceros, ecología, Responsabilidad social corporativa, etc..
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Bienestar : Tipos de contrato, flexibilidad, condiciones de trabajo, etc..
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Orgullo : Personalización, realizado «a medida», exclusividad, exotismo, etc..
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Novedad : Mejoras de aplicaciones, nuevos programas informáticos, sinergias, etc..
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Economía: Condiciones económicas y de trabajo, colaboraciones en línea, etc..
Nuestro éxito en los 60 segundos dependerá que seamos capaces de transmitir los beneficios de contratarnos en cada uno de esos 6 motivos.
¿Y qué hago en 60 segundos?
Tener visión comercial: Yo soy un producto con Beneficios y Características y el contratador es un cliente potencial con necesidades y objeto de Marketing.